Síndrome
de abstinencia alcohólica
Álvaro
Hermida
Concepto
:
Entendemos por síndrome de abstinencia alcohólica (ó síndrome de
deprivación) al cuadro clínico que acontece cuando cesa ó disminuye un
consumo grande y prolongado de alcohol. Se trata de un cuadro similar a lo que
ocurre al suspender cualquier droga depresora del Sistema Nervioso Central
(benzodiacepinas, barbitúricos,…).
El diagnóstico del citado síndrome se realiza de acuerdo con los criterios
establecidos por la DSM-IV y son los siguientes:
En cualquier caso, la cantidad de signos y síntomas que pueden aparecer es
muy variado: irritabilidad, distraibilidad, hipertensión sistólica, pesadillas,
inyección conjuntival, etc.
La aparición de estos síntomas es gradual y habitualmente comienza a las
pocas horas de la interrupción del consumo de alcohol con un cortejo
vegetativo (temblor, sudoración y nauseas), pudiendo llegar a aparecer
convulsiones generalizadas en el plazo de 12-48 horas. El estadío más grave del
síndrome de abstinencia es el delirium tremens y suele presentarse entre 72 y
96 horas después del cese de la ingesta alcohólica.
Los factores que pueden facilitar un cuadro de abstinencia alcohólica más
grave (convulsiones y delirium tremens) son entre otros:
-
Otras enfermedades asociadas
-
Antecedentes de convulsiones y/ó delirium tremens
-
Intensidad de la dependencia alcohólica
-
Tiempo desde la última ingesta alcohólica
-
Consumo de otras sustancias tóxicas
-
Apetencia compulsiva de consumo de alcohol
Los síndromes de abstinencia graves, son criterio de ingreso en una
Unidad de Cuidados Intensivos.
Manejo
del Síndrome de Abstinencia Alcohólica :
El tratamiento del Síndrome de abstinencia alcohólica pretende
fundamentalmente prevenir y tratar la aparición de síntomas así como evitar la
aparición de las formas más graves del cuadro. Es aconsejable realizarlo en
ambiente hospitalario (ya sea en hospitales de día o mediante hospitalización
permanente). Las formas más severas sólo se pueden tratar en medio
hospitalario por el riesgo de complicaciones.
Manejo no farmacológico:
-
Reposo relativo
-
Ingesta hídrica sin restricción
-
Alimentación que tolere. Suplementos vitamínicos (son especialmente
importantes los complejos del grupo B)
-
No perturbar las horas de sueño, así como no invertir los ciclos
sueño-vigilia.
-
Evitar el consumo de café, té y otros excitantes.
-
Mantener un ambiente tranquilo, favoreciendo la relación entre el personal
sanitario y el paciente.
-
Orientar hacia la realidad (recordar el lugar, día, acompañantes…).
Manejo farmacológico:
Las benzodiacepinas son la base del tratamiento farmacológico. Si bien es
cierto que existen otras alternativas (clormetiazol, haloperidol,
carbamacepina…) numerosos estudios avalan la utilización de las primeras por su mayor eficacia y
por la disponibilidad de un antídoto específico (flumazenilo) en el caso de
sobredosificación.
La principal limitación de las benzodiacepinas es el riesgo de sedación
excesiva (sobre todo en ancianos y hepatópatas), en estos casos sería útil el
empleo de benzodiacepinas de acción corta como el Lorazepam (pero en España
no existe esta sustancia para su empleo por vía intavenosa, sólo disponemos de
la vía oral de administración). Una opción aceptable para estos casos es el
Largactil ® (…).
Dentro de lo posible es aconsejable el tratamiento basado en los síntomas,
ya que ha demostrado disminuir las dosis necesarias de benzodiacepinas
utilizadas y acorta la duración del tratamiento y preferiblemente, el empleo de
benzodiacepinas de vida media larga (diacepam), ya que permiten una
dosificación menos frecuente. Para ello se requiere el empleo de la Escala
CIWA-Ar que valora la gravedad de los síntomas del Síndrome de abstinencia
(ver Anexo I). El seguimiento de esta escala es particularmente
útil en el manejo de pacientes con hepatopatía ó ancianos, en los que el riesgo de
sedación excesiva es mayor.
Según lo mencionado se establecen las siguientes recomendaciones de
tratamiento:
-
<
8-10: repetir la escala cuando reaparezcan los síntomas o
en su defecto, cada 6 horas.
-
> 8-10: administrar Diacepam (Valium ® ) 10 mgrs. vía oral
cada hora hasta que CIWA-Ar < 10.
-
En pacientes con historia de convulsiones ó delirium tremens así como la
asociación de otras patologías médicas importantes y también en aquellos
casos en los que el seguimiento con la Escala CIWA-Ar no sea factible, se
recomienda el empleo de benzodiacepinas a dosis fijas independientemente de la gravedad
de los síntomas, según la siguiente pauta:
Diacepam 10 mgrs. vía oral cada 6 horas el primer día (es decir,
hasta completar cuatro dosis; 40 mgrs.) y posteriormente 5 mgrs.
vía oral cada 6 horas los siguientes dos días (es decir, hasta
completar ocho dosis; 40 mgrs).
-
En caso de convulsiones, se puede emplear Diacepam (10 mgrs. vía
intravenosa) para su control. Si aparecen en número mayor de tres ó no
llegan a remitir tras la medicación i.v., se manejará como un status
epiléptico.
-
En caso de alucinaciones importantes, se puede emplear neurolépticos (ej.
Haloperidol ® , 1 ampolla i.v.), teniendo especial precaución ya que
disminuyen el umbral convulsivante.
-
En caso de que el Síndrome curse con un cortejo vegetativo importante
(taquicardia, sudoración, hipertensión,…) y coexista enfermedad
coronaria, puede ser útil el uso de betabloqueantes (ej. Atenolol,
50-100mgrs. vía oral cada 24 horas).
-
Se recomienda la administración de tiamina (Benerva®) 50-100 mgrs. vía
intramuscular cada 24 horas durante los tres o cuatro primeros días, para
prevenir la aparición del Síndrome de Wernicke-Korsakoff. En este sentido
hay que tener precaución con la administración de soluciones glucosazas
que puedan desencadenar este cuadro. Del mismo modo puede ser útil, la
utilización de complejos multivitamínicos, fundamentalmente del grupo B
(ej. Hidroxil B1-B6- B12 ® ).
-
Si se demuestra déficit de Magnesio (< 0.8 mmol/L ó < 2 mg/dL) se
recomienda el aporte del mismo en régimen de 2-4 mEq/Kg el primer día y
0.5-1 mEq/Kg los siguientes tres días.
-
Si se ha establecido un cuadro de Delirium tremens, se recomienda el
siguiente manejo:
-
Diacepam 10 mgrs. vía intravenosa como dosis inicial, seguida de 5 mgrs.
intravenosos cada 5 minutos hasta conseguir que el paciente esté
tranquilo pero despierto. Para estas situaciones se requiere la presencia
de personal facultativo, por el riesgo de eventuales complicaciones
derivadas del manejo de benzodiacepinas por vía i.v. en pautas tan
cortas. En caso de precisar más de 60- 80 mgrs. i.v. en una hora, se debe
plantear el traslado a una U.C.I.
ANEXO I. Escala CIWA-Ar para la
valoración de síntomas del Síndrome de
deprivación alcohólica.
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