INTENTO
DE UNA DEFINICIÓN GLOBAL ENFERMERA DE LA URGENCIA/EMERGENCIA
Urgencia
hemos venido siempre escuchando, e incluso terminamos admitiendo ante la
demanda usual de nuestros servicios, que es todo aquello que el paciente
considera urgente aún contando con las posibilidades de demora que nos
ofrezca el cuadro de aparición súbita o agudo y como reacción al
medio interno o externo o como consecuencia de un intento por mantener
nuestro propio equilibrio como seres bio-psico-sociales que somos, ante
cualquier contingencia, venga de donde venga, "de dentro o de
fuera" y que sea capaz de hacer saltar los "resortes de
defensa" de cualquier persona que por ende necesita cuidados a los
que deberemos ser capaces de dar respuesta bajo un esquema científico,
de evidencia, de consenso y de continuidad mediante "acciones, técnicas
y procedimientos inmediatos y urgentes.
La Emergencia encerraría un carácter más de gravedad y de
premura en la conveniencia de su asistencia sin posibilidades de demora
en ésta al estar comprometida la vida o la estabilidad hemodinámica
y/o funcional del paciente revirtiendo grandes posibilidades de daño
permanente y/o irreversible incluso la propia muerte.
La
enfermera siempre ha tenido y tiene un papel primordial en cualquiera de
las situaciones antes relatadas. La aplicación del Proceso Científico
en los cuidados urgentes y de emergencia es lo que denota el trabajo
enfermero y lo tilda de entereza y solidez individual aún entendiéndolo
como parte del proceso asistencial que se lleva y debe llevarse a cabo
bajo el esquema de un equipo asistencial del que somos una parte
fundamental y la mayoría de las ocasiones protagonistas y en las que el
paciente, su familia o la propia colectividad y su cuidado son el eje
fundamental de todas nuestras acciones. El momento en que surge una
urgencia o una emergencia, y dado el carácter subjetivo que también
significábamos al principio con relación a la propia vivencia que el
individuo desarrolla alrededor de una situación por él así tildada,
es inequívocamente variopinto, inesperado, no programable, particular
donde surja y capaz de denotar una actitud de defensa y de demanda de
cuidados no sólo al propio paciente sino también a su entorno
inmediato, familia o colectivo de pertenencia sin olvidar las
situaciones de catástrofe en las que todo el sistema es el resentido y
las consecuencias hay que medirlas y cuidarlas aún por encima de
planteamientos individuales y bajo ópticas más de prioridad y
posiblemente eficiencia bajo unos mínimos asegurables. Por todo hay que
entender que una visión enfermera de la urgencia y de la emergencia o
un intento de definición bajo nuestra óptica, debe tener en cuenta
estas cuestiones y debe acercar el Proceso Enfermero allí dónde surja
ésta, esto es :
-
Fuera
del medio laboral entendiendo que una situación determinada, aún
siendo enfermeros y aparte de este hecho, nos haga ser el primer
interviniente de lo que se ha dado en llamar "Cadena de
Supervivencia" y nuestro conocimiento del sistema y de las
posibilidades reales de activación de la Cadena Asistencial juegue
a nuestro favor.
-
La
urgencia/emergencia puede acontecer durante el desarrollo de nuestra
actividad Asistencial Primaria tanto en Consultorios como en Centros
de Salud durante el desarrollo de nuestra jornada laboral normal e
incluso sin el amparo del Dispositivo de Urgencias estructurado
alrededor de las Zonas Básicas de Salud (Dispositivos Especiales de
Urgencias, DCCU, Puntos de Atención Continuada o cualquier "fórmula"
en esta línea).
-
Podemos
asistir a la urgencia/emergencia siendo parte de un Dispositivo de
los antes señalados y esta asistencia realizarse tanto en el medio
físico dispuesto a tal fin como en el domicilio del paciente, vía
pública o cualquier situación imaginable y relacionada con ésta,
donde el trabajo enfermero de recepción del propio paciente y
familia y la acogida de ambos es un campo eminentemente nuestro, es
"estar ahí", es una actitud enfermera sobre todo,
quedando o entendiendo la clasificación como una responsabilidad más
compartida con otros miembros del equipo y apareciendo pues una idea
de RAC (recepción, acogida y clasificación) extrahospitalario y
dentro de los Centros de Salud, diferenciándolo claramente del
concepto triage aplicable a situaciones de catástrofe y múltiples
víctimas, donde por supuesto también el enfermero entrenado y
capaz tiene mucho que decir.
Una actitud enfermera ante la Urgencia en el ámbito de la Atención
Primaria de Salud es entender el amplio abanico de posibilidades que la
propia filosofía de este nivel asistencial nos oferta con relación a
ella: es misión de la Atención Primaria y de los enfermeros vinculados
a ésta y en especial de los que desarrollan su labor compartida con la
Atención Continuada la universalización de la idea de "Cadena de
Vida" o "Cadena de Supervivencia" y de la figura y labor
fundamental del primer interviniente en situaciones urgentes y
emergentes. A través de la Educación para la Salud, del trabajo con la
Comunidad, de los propios Centros Educativos, de los programas de
formación y colaboración con los educadores, es como hemos de hacer
llegar una actitud eficaz y valiente ante la Urgencia a toda la
Comunidad. La enfermera es responsable de esa labor docente intrínseca
a nuestro marco conceptual y de funciones en AP.
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La
urgencia/emergencia puede ser asistida en el medio extrahospitalario
inmersos en el proceso asistencial llevado a cabo por los distintos
Sistemas de Emergencias que se han ido creando a tal fin y donde el
proceso de cuidados es perfectamente transportable con las tildes
características de este medio y de la fugacidad en la mayoría de
las ocasiones del contacto con el paciente, donde el PAE quizá se
diluya, se contextualice, y donde los diagnósticos enfermeros han
de ser resueltos al más claro resumen operativo que estas
situaciones requieren, no han de servir de etiqueta de nada sino que
han de ser entendidos como un ente propio en sí. Aquí la figura
del Equipo y la pertenencia a él condiciona muy favorablemente la
actuación enfermera.
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La
asistencia hospitalaria enfermera a la Urgencia y a la Emergencia y
un intento de definición del trabajo enfermero urgente en este
nivel ha de pasar forzosamente por el concepto de RAC, que ha de ser
entendido como algo más que clasificar. La Recepción y Acogida del
paciente urgente hospitalario y su familia ha de entenderse como
algo dotado de autonomía profesional enfermera así como la
Clasificación puede asumirse como una responsabilidad más
compartida. La creación de consultas de enfermería de urgencias y
el desarrollo de la RAC en ellas además del entendimiento del
protagonismo de las enfermeras en esta labor debe configurar el
futuro desarrollo del trabajo enfermero urgente en el medio
hospitalario, e inmerso en él, no desdibujar la idea de que la
urgencia/emergencia surge también en planta, en UCI, en Hospital de
día, etc... y ahí también estamos presentes.
Hablar de Cuidados o Asistencia urgente y de emergencias enfermera sin
hablar de continuidad en los cuidados, de comunicación, de
transferencia enfermera, es negar la idea de uniformidad asistencial y
de proceso único en todos sus niveles. Es evidenciar la falta de
coordinación, es negar el ingenio y la creatividad en los cuidados por
una simple y superable falta de visión continua del proceso enfermero
en este área. |